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peluxa.
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Mi fiel amiga parisina, me manda cartas tirando una botella al mar. (Es así de original). A veces llega, otras veces se va y se pierde entre las espumosas olas que atrapan sueños y sentimientos, que algún día regresarán.
Hoy, mientras mantenía mis ojos pegados al ordenador, un ave de color grisáceo, de cabeza pequeña y corta, dejó un pequeño paquete en la ventana. En el envoltorio, con letras doradas y en mayúscula aparecía mi nombre.
Abrí el envoltorio con curiosidad, y sonreí al ver que por fin me había mandado una foto suya. Su rostro pálido y ovalado me recordaba al de una muñeca de porcelana y sus ojos brillantes e intensos denotaban su sinceridad y simpatía. Su corta y oscura melena era agradable a la vista, sobre todo por dejar al descubierto su majestuoso cuello y sus peculiares orejas.
Rebusqué en el interior del paquete por si me había dejado algo, y me di cuenta de que había un billete para volar a París Me encontraba muy ilusionada, e hice todas las maletas muy rápidamente. Tenía ganas de conocer a mi amiga en persona, y por ello intenté llegar lo antes posible. En cuanto bajé de aquel pájaro artificial reconocí su silueta delgada y los largos y finos dedos de su mano saludando graciosamente.
Pasé unos días inolvidables en París, y comprobé por fin que ella era como me la había imaginado. Un icono de la paz, y una amiga a la que apreciar. No es muy habladora, más bien diría que es reservada, sus ojos son una ventana a la fantasía y dicen más que sus pocas palabras. La bondad aparece en cada uno de sus actos, y ella es una persona solitaria, soñadora, misteriosa, sensible, dulce, amable…
Me despedí de ella con un gran abrazo y una ligera sonrisa. Ahora que vuelvo a estar sentada en mi asiento, miro siempre por la ventana esperando saber algo nuevo de ella. A veces incluso parece como si estuviera enamorada, de tanto que la aprecio y le hecho de menos, pero deduzco que en el fondo es la envidia sana que me produce que cosas tan pequeñas y cotidianas las vea tan mágicas, por vivir en su idealizado mundo.
Realmente es una persona a la que deberíamos imitar. Si todos tuviéramos un poquito de ella…
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