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Noblecor.
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Todos sabemos qué es el éxito, de una manera u otra, nos lo hayan explicado o no. Todos conocemos ese sabor a gloria, el placer de sentirse vencedores. El orgullo de ser el mejor.
El éxito es algo que ya saboreamos desde la infancia, en nuestros primeros juegos. Todos, ya sea consciente o inconscientemente, jugamos para ganar, para ser los mejores, de una forma u otra. Hay quienes se atienen a las reglas del juego y ganan con honra, y hay a los que nada les importa las reglas y sólo buscan la victoria a toda costa, ser los mejores como sea.
Si en la infancia aprendemos que se juega para ganar, pues así nos lo enseñan, cuando somos adultos aprendemos que se vive también para ganar. La vida representa el juego cumbre y hemos de ganar algo, lo que sea, pero que me haga saborear en cierta medida las mieles del éxito; de lo contrario mi vida carece de sentido. ¿Y por qué?
Decir que la búsqueda del éxito se debe a la baja autoestima puede ser algo muy ambiguo, pues normalmente, a quienes consiguen éxito en su vida se les suele ver como personas muy seguras de sí mismas. Puedo que sólo sea apariencia, pero ya sabemos que dice el dicho: “En el país de los ciegos, el bizco es el rey”. La percepción que solemos tener de dichas personas es de seguridad; por algo algunas de ellas se convierten en ídolos de masas; ¿o puede que tan sólo sea una proyección?
¿Pero por qué todos buscamos el éxito de una forma u otra? Habitualmente, todos nosotros nos vivimos en inferioridad de condiciones, es decir, nos vivimos deficientes, Ya sea que nos falte voluntad para hacer cosas, ya sea que nos veamos menos inteligentes que los demás o que creamos que somos incapaces de amar lo suficiente. El caso es que uno se vive en inferioridad y necesita desesperadamente vivirse así mismo en total plenitud de sus cualidades.
Tenemos una idea negativa de nosotros, nos demos cuenta o no, y necesitamos vivirnos totalmente positivos. De ahí nacen los ideales de vida: ser una persona muy, muy rica; ser el mejor jugador de fútbol; se el mejor bailarín, comprar un coche, comprar una casa etc. En definitiva “ser el mejor en algo” o conseguir aquello que creo que me va a dar la felicidad. Y ese ideal, conseguir ese objetivo, va a ser nuestro éxito, en definitiva, nuestra felicidad, aunque sea temporal. No importa que sean cosas pequeñas en apariencia; hasta los record guinness son una forma de buscar el éxito. Lo que a nosotros nos importa es la satisfacción, la plenitud o felicidad que vivimos al conseguir aquello que deseamos. Porque realmente no nos importa el coche, nos importa la satisfacción que nos da, ya sea de poder o de otra cosa. En el fondo no nos importa tanto el dinero, lo que nos importa es que nos admiren y nos quieran por nuestro dinero. No nos importa realmente las carreras académicas que poseemos, nos importa el hecho de que nos admiren y nos quieran por nuestra inteligencia. En definitiva, buscamos poder, amor en forma de admiración y buscamos ser muy, muy inteligentes. Y en la medida que conseguimos estos ideales, nos sentimos satisfechos, felices, como el bebé que saborea las últimas gotas de leche en el pecho de su madre.
Pero hay otro tipo de éxito mucho más difícil de conseguir, el cual exige renunciar a todos los ideales: es el éxito de estar en paz consigo mismo. Quién ha alcanzado este objetivo, ya nunca más está a merced de sus deseos. Para él la vida no es un juego y tampoco es una desgracia. La vida es un regalo lleno de infinitos contrastes. El verdadero éxito en la vida consiste en vivirla conscientemente, despierto, atento, con actitud contemplativa y aceptando todo lo que se presenta. El éxito en la vida consiste en su propio sentido: el de ser vivida conscientemente.
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*Kentaro*.
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En líneas generales estoy bastante de acuerdo con lo que ha dicho Noblecor. Sólo querría hacer un par de incisos:
- No hablaba de que la búsqueda de la felicidad se deba a una baja autoestima, sino de que la autoestima es necesaria para alcanzar esa felicidad. Más o menos lo que has dicho tú.
- Respecto a lo de querer que nos admiren por nuestros logros, sí se puede dar, pero hay otro tipo de satisfacción distinta al reconocimiento. Es el hecho de hacer las cosas por uno mismo y para uno mismo, sin esperar reconocimiento de los demás. Hacer las cosas porque uno cree que es lo correcto. En mi opinión, esta última manera es más útil, porque creo que uno no debe depender de los demás para alcanzar sus metas. Los demás deben estar ahí como un elemento añadido para enriquecer nuestras vidas, pero no como base principal. Pero puedo estar equivocado...
Un saludo. -
Noblecor.
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QUOTE (*Kentaro* @ 1/5/2006, 20:21)En líneas generales estoy bastante de acuerdo con lo que ha dicho Noblecor. Sólo querría hacer un par de incisos:
- No hablaba de que la búsqueda de la felicidad se deba a una baja autoestima, sino de que la autoestima es necesaria para alcanzar esa felicidad. Más o menos lo que has dicho tú.
- Respecto a lo de querer que nos admiren por nuestros logros, sí se puede dar, pero hay otro tipo de satisfacción distinta al reconocimiento. Es el hecho de hacer las cosas por uno mismo y para uno mismo, sin esperar reconocimiento de los demás. Hacer las cosas porque uno cree que es lo correcto. En mi opinión, esta última manera es más útil, porque creo que uno no debe depender de los demás para alcanzar sus metas. Los demás deben estar ahí como un elemento añadido para enriquecer nuestras vidas, pero no como base principal. Pero puedo estar equivocado...
Un saludo
- No hablaba de que la búsqueda de la felicidad se deba a una baja autoestima, sino de que la autoestima es necesaria para alcanzar esa felicidad. Más o menos lo que has dicho tú.
Veamos, si yo tengo una autoestima alta seré más feliz, ¿cierto? Si tengo una baja autoestima no seré tan feliz, y aún menos feliz cuanto menos autoestima tenga. Con lo cual surge la necesidad de reforzar la autoestima ya que me vivo deficiente. Lo mires por donde lo mires es lo mismo.
Lo que yo he venido a decir es que, en términos generales, todo el mundo se vive deficiente, hasta el que tiene una autoestima alta, porque es alta, pero no es absoluta. Por lo tanto en su mente subconsciente hay una demanda de plenitud, de felicida total. Esta demanda se transforma en un ideal de vida que representa la búsqueda de la felicidad, el éxito. consegir tener éxito me va a dar el poder vivir una experiencia de felicidad. yo no suelo manejar el término "baja o alta autoestima" porque siempre queda pequeño. Además, ¿cual es el baremo que me va a indicar cual es mi nivel de autoestima?, ¿un test de autoestima? Una persona inteligente lo pasaría sin dificultad y para verse uno mismo por dentro no necesita ningún test, necesita ser sincero consigo mismo.
Para ser feliz, lo que necesito es "ser yo mismo" y no el llegar a conseguir cosas que me den placer; un placer que normalmente se desvanece a las pocas horas de ser saboreado.
pero hay otro tipo de satisfacción distinta al reconocimiento. Es el hecho de hacer las cosas por uno mismo y para uno mismo, sin esperar reconocimiento de los demás.
Pero en este caso ya no podemos hablar del éxito, no en como lo vemos haitualmente.. -
*Kentaro*.
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QUOTE (Noblecor @ 1/5/2006, 20:39)pero hay otro tipo de satisfacción distinta al reconocimiento. Es el hecho de hacer las cosas por uno mismo y para uno mismo, sin esperar reconocimiento de los demás.
Pero en este caso ya no podemos hablar del éxito, no en como lo vemos habitualmente.
¿No es éxito? Yo creo que sí. En cualquier caso, sólo es una palabra.. -
Noblecor.
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No es el éxito de que se ha hablado al principio. Yo mismo hablo de otro tipo de éxito: "Pero hay otro tipo de éxito mucho más difícil de conseguir, el cual exige renunciar a todos los ideales: es el éxito de estar en paz consigo mismo. Quién ha alcanzado este objetivo, ya nunca más está a merced de sus deseos. "
Quien hace algo por la propia satisfacción de dar expresión a sus facultades, sin buscar la admiración de los demás, está libre del deseo de ser admirado. ¿Se puede ver esto como una forma de éxito? Sí, pero lo que tratamos de investigar es qué busca cada uno con el éxito, en qué consiste el éxito para él, y si le vale la pena.
Al final uno se da cuenta de que el verdadero éxito consiste en no buscar nada. De ese modo uno queda libre de condicionamientos, de ataduras y vive más espontaneamente..